Las pequeñas huellas sobre la tierra
camino de cualquier quehacer diario.
Nula relevancia histórica.
Revolución para mi alma.
Cada lágrima derramada
que no pesan más que las risas
a altas horas de la madrugada
rociadas por la suave brisa.
Y cuando el suelo estaba más cerca que nunca
unas manos delicadas me sujetaban con firmeza
indicándome el camino a seguir
enderezando mi columna para crecer.
Como crecen las hojas en primavera.
Y las tardes en cualquier calle del barrio
como confidente
y compañera.
Tu casa, mi cueva.
Cantándole a tus plantas
las canciones del ayer.
Mi tempo en el ritmo
de tu máquina de coser.
Que el amor que siento me desborda
y si algo me enorgullece en esta tierra
es sentir mi reposo en tu regazo
y la cura de mis penas.
El camino por el que que nos llevará el mundo...
yo no lo sé.
Pero no hay oro más valioso que tu respiración
y en mi vida está tu esencia.
Mi patria, mi bandera.
Mi página favorita del calendario.