Todos los ojos brillan,
Todos.
Todos brillan
y yo los veo muertos.
Pero los tuyos
centellean en la noche
Son como luciérnagas de fuego
que arrancan mis reproches
y me queman el cuerpo.
Son la purpurina del cielo
y el reflejo en la ola,
la luz de una farola.
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