domingo, 25 de octubre de 2015

Último frame

De repente,
en el centro energético de mi mente,
un poco de sosiego.
Un café.
O tres.
Y bajo mi edredón,
como desde un submarino,
veo el mundo a través de mis ojos.
Porque no hay otra manera.
Entonces apago la luz,
y el techo se convierte en cine.
Y mi vida pasa, fugaz.
Historias que se mezclan,
la cafeína en mi sangre.
El aire en mis pulmones.
El miedo que no cesa.
Destellos de realidad,
un cerrojo que solo se abre
con la llave maestra.
Toneladas de información
para tan pocos años.
Que son muchos.
Un frame.
Otro.
Otro más.
Y en el último...


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